Como no había ido a la última clase de TV – así como al 40% de las clases pero igual pasé con la mejor nota del grupo (aprendan, bitches) – me enteré mientras estaba de viaje. Por eso todo fue cuestión de una rápida llamadita collect a mi vieja para que hablara con una amiga de ella, que era amiga del dueño del perro del portero del vecino de la doctora del abuelo del tío de la sobrina-nieta de un político cuyo nombre ni me acuerdo.
Acto seguido, me bajé del avión e hice la entrevista más aburrida y pesada de mi vida, a un hombre con la voz más monótona de todo el Palacio Legislativo, que gustaba de taparse la boca mientras vociferaba adjetivos condescendientes sobre la población media.
Sin embargo, dos cosas buenas surgieron de aquella entrevista. Primero, me sentí la súper periodista, con carné y todo, deambulando por el masivo Palacio (y por primera vez en mi vida ¡no me perdí!); la segunda, durante la investigación previa que siempre supone una entrevista, me enteré finalmente quién era exactamente Daisy Tourné.
El pasado 1° de marzo, Tabaré Ramón anunció el relevo del Ministro del Interior José Díaz, y que éste sería reemplazado por la diputada Tourné (tal como lo establece la curiosa entrada sobre Daisy en Wikipedia). Ésta se convirtió en la primera ministra mujer en la historia del Uruguay, además de que apuesto a que es la primera diputada y ministra del Uruguay en compartir nombre con la novia del pato Donald.
Les juro que busqué y busqué pero no encontré una foto
donde pudiera ver si usan los mismos zapatos.
donde pudiera ver si usan los mismos zapatos.
Recuerdo que en julio del año pasado, la ministra Tourné me había llamado la atención por estar a favor del aborto. También me llamó la atención porque se llama Daisy. Vamos, gente, Daisy. Es tan cool como decirle Elizabeta a Isabel II. Siempre que la veía en la tele pensaba "qué grande, la Daisy". Comencé a darme cuenta que lo mío ya rozaba el fanatismo, pero no entendía el por qué (aunque mucho puede tener que ver con que daisy, o 'margarita' en inglés, es mi flor favorita).
Hace unas semanas decidí, entonces, que este post sería en honor a esta valiente mujer, que con semejante nombre ha llegado a ser ministra y que ha logrado plasmarse en mi memoria aún cuando diputada, mientras que un senador monótono, que creo también fue médico alguna vez, no lo pudo hacer.
Siguiendo con esta idea, y para justificar un poco el hecho de estar al borde de fundar su club de fans, decidí comenzar por el mismo lugar en que comienzan todas mis investigaciones, todos mis deberes, el mejor periodismo y al mejor estilo 20/20: Google. Y allí, flamante y en el primer puesto de los rankings orgánicos, lo encontré. Fue algo impulsivo, ni siquiera lo abrí en una ventana o tab nuevo, ni leí lo que venía después, simplemente llevé el puntero del mouse hasta allí e hice EL click.
Así me encontré con el sitio web de la Ministra del Interior, Daisy Tourné. Y me encantó. Allí me enteré de que todos los viernes a las 17 horas, la Ministra está en VTV; encontré un foro donde Daisy le pregunta a todos los internautas que se encuentran allí 'qué necesitarían para sentirse seguros/as, sugerencias', que fue hija única del matrimonio entre María Obdulia Valdez y Pedro César Tourné. Que estudió Educación Primaria, que no es muy fotogénica y solamente con unos meros clicks, me enteré de todas sus posiciones, proyectos de ley y participaciones.
Idolaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa.
No me dio el tiempo de leerme todo, algún día lo leeré y ahí decidiré si hago el club de fans o no. Pero me acordé de algo que, por alguna razón, vengo repitiendo en estos últimos días: que nunca sé bien qué es lo que quieren cambiar los políticos uruguayos y que nunca encontré a uno que hable sobre la tecnología como un ámbito para cambiar y no como un "yay somos Uruguay y exportemos software a full".
Siempre dije que los políticos no se preocupan de que los ciudadanos conozcamos sus propuestas y que, una vez llegadas las elecciones, uno tiene que buscar y buscar para encontrar propuestas sólidas y no promesas hechas en jingles televisivos. Sólo se interesan por hacernos llegar el color de su partido, su slogan, su número de lista, su personaje histórico a emular, etc.
Les importa que vos tengas el pegotín, la banderita, la remera, la bolsita de plástico con una lista interminable de personas a las cuales nunca escuchaste ni nombrar. Esperan que nosotros, en casa, miremos la tele y tal vez nos enteremos de quién es quién, que leamos el diario y crucemos los dedos de que justo ese día sale una entrevista que valga la pena a un candidato, que se abran los cielos y Dios todopoderoso logre que haya un debate entre candidatos.
Se ve que no es tan así. Congratulaciones varias, Daisy. Me tapaste la boca.
Fe de erratas: como bien lo especificó un ávido lector, Daisy no es la primera ministra mujer del Uruguay, sino que es la primera Ministra del Interior mujer del Uruguay. Whatever. VAMOS CON DAISY.