Aunque a veces no haya otra

martes, octubre 23, 2007

No me gusta andar en bondi. Lo detesto. Es el epítome de la pérdida de tiempo: desde esperar media hora a que el 105 se digne en pasar hasta el ver cómo los peatones te pasan caminando en el 142 (hay días en que va más lento que la digestión), andar en ómnibus supone que tenés por lo menos un hora más de vida para perderla mientras una máquina de hierro ensancha el agujero en la capa de ozono. Si vas a contaminar, valor, por lo menos llegá rápido (ya sé que igual contamina menos que un auto porque transporta a más personas pero ¿saben qué? No me importa, los bondis siguen siendo mala gente).

Como bien decía Berch, el tiempo es oro. No se imaginan las cosas que podría estar haciendo en vez de estar sentada mientras me intentan vender un chocolate Nikolo por parada. Onda, ta, sí, no estaría salvando al mundo ni juntando firmas para alguna causa, pero ¿cómo voy a siquiera tener energías para llegar a considerar ser la próxima Madre Teresa de Calcuta si duermo una hora menos por día? ¿Eh?

Lo leyó en Catatonias: CUTCSA entra en el Libro Guinness por 'récord
al tapizado más feo del transporte urbando mundial'.

Por otro lado, el bondi te da tiempo de pensar. Eso es bueno (o no, dependiendo del momento del año y sus acontecimientos paralelos), pero sólo si es a la vuelta y está medio vacío. Porque sino, lo único en que voy a pensar es en lo tarde que estoy llegando (otra vez), en lo tanto que odio a Petinatti (otra vez), en los bastardos que me robaron el iPod (otra vez... che, media pila, no me lo roban en Uruguay y me lo vienen a robar en otro país), en cuánto odio andar en bondi y en todo lo que tengo que hacer.

Si solamente fuese eso, todavía. Pero no, señores, es peor:
odio que te tengas que sentar de a dos. Mi mente toca un pequeño aleluya cada vez que me subo a uno que tiene sólo una fila de asientos en un costado. No me importa que la persona al lado mío sea la más pulcra, linda, bienoliente y fabulosa del condado, si no te conozco, no te metas en mi espacio personal. No. Absolutamente no. Seré una cara de orto, pero no me gusta. Y el de al lado puede odiar estar sentado tan cerca de alguien tanto o más que yo, pero no tiene más remedio tampoco.

'Bondi' según Google Images. Clara señal de que Uruguay no es Australia.

Supongo que andar en bondi es barato, y por eso hay que bancarse cosas así. Además, no se me ocurre otra forma en la cual aglomerar a tanta gente junta que se dirige en la misma dirección. Pero igual los odio.

Tanto, que hace un par de años escribí un ensayo titulado 'Dígale no a los ómnibus – por qué no quiero ir en bondi a la facultad' y se lo entregué a mis padres. Consta de tres maravillosas hojas de Word, divididas en tres espléndidas categorías ('Contexto' – 'Tiempo' – 'Seguridad') que hoy son origen de las más pesadas burlas contra mi persona y traídas a la luz en toda reunión familiar. Estoy orgullosa de él. Es más, les publicaría los highlights, pero está en inglés y me embola traducirlo todo (ya les traduje el título, manga de ingratos, qué más quieren).

¿A qué iba? ¡Ah! Bueno, ¿vieron cuando sus padres les dicen 'bo nena, alegrate que tenés bondi porque yo cuando era chico corría 10K para volver del laburo, decalzo, sobre la nieve, con cinco planchas atrás mío queriéndome robar las bases, con la mochila llena de libros porque en esa época no esistía la internés y blablabla'?

Directo desde el álbum familiar: mi vieja yendo a la facultad.

Bueno, ayer en vez de volver en bondi del laburo, caminé con un compañero desde la Plaza del entrevero hasta Benito Blanco y la Rambla. Y está bueno, che. Ta, sí, entre el descanso que nos tomamos (porque ÉL estaba cansado, no yo, quien no había dormido la noche anterior – aprendan, bitches) nos llevó casi un par de horas. Pero estuvo bueno y es bien posible. Eso sí, para el resto del camino hacia mi casa, me tomé un taxi. Por lo menos me ahorré 100 pesos de viaje.

Pro-realidad

viernes, octubre 19, 2007

Hace un tiempo ya que escribí el siguiente post. Bah, en realidad, empecé a escribirlo hace tiempo y después le fui agregando y quitando cosas. Cuando lo terminé, decidí no subirlo, no porque no me interese saber qué se piensa al respecto, sino porque me parece que está muy abierto a la malinterpretación. Además, no es divertido. Pero me cago en todos y acá va de todas maneras.
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Será por mi inocencia extrema, pero hay temas que simplemente no entiendo.

No puedo creer que tenga que existir una selección de fútbol gay. No me entra en la cabeza que haya gente que siga pidiendo que los científicos los convenzan de que existe 'esto del calentamiento global'. No comprendo qué
daño puede hacer un flaco fumado, especialmente si lo comparamos con uno tomado. Y, aunque lo intente, no le encuentro explicación a que aún haya gente en contra de la despenalización del aborto.

Sí, seguro, entiendo que haya gente que se oponga al aborto en sí, por sus creencias religiosas o valores morales. Después de todo, no es un tema de ser pro-choice o pro-life (términos que realmente odio, ya que para mí yo soy pro-life por tener derecho a hacer de mi vida lo que se me cante), es un tema de cuándo personalmente creemos que un cigoto, un embrión o un feto es un humano.

Existen miles de opiniones sobre el tema, y con todo el mam
bo de la ley de Salud Sexual y Reproductiva, seguramente las conozcamos todos. Lo que no entiendo es por qué quienes toman opiniones más conservadoras al respecto sienten esa necesidad de imponer sus creencias al resto de la población. ¿Nunca abortarías? Bárbaro, es una opinión respetable; pero no le quites el derecho a tener sus propias creencias a quien no piensa igual que vos. Pero claro, ¿por qué alguien va a considerar las opiniones o creencias de otros cuando el presidente ya dijo que ni loco lo hacía? Así de simple. Así de ridículo. ---------------------------------------------------------------------------------------------------------------

En el 2005, el economista Steven Levitt y el periodista Stephen Dubner editaron un libro fabuloso que recomiendo a toda costa: Freakonomics.

En él, planteaban una decena de hipótesis económicas basadas en estadís
ticas, donde encontraban curiosidades de diverso tipo (por ejemplo, que un profesor tiene más probabilidades de hacer trampa por sus alumnos que los alumnos mismos). Probablemente la más controversial era aquella referida al aborto, aplicada a EEUU.


Cuenta el libro que la delincuencia en los EEUU decayó dramáticamente en los últimos 15 años. Los medios – y la opinión pública en general – adjudicaron este logro a las campañas gubernamentales anti-delincuencia y a una mayor presencia policial en las ciudades. Sin embargo, los autores encontraron que no fue así; por ejemplo, durante este período, hubo menos policías en las calles que en otros tiempos.

Según los autores – y aquí se desata la controversia – los americanos le deben las gracias a la legalización del aborto en 1973. Pronto y claro, los delincuentes no nacían. Sus potenciales madres, por motivos que van desde la pobreza a la falta de madurez, sabían que no iban a poder darle a sus potenciales hijos una vida con oportunidades y, por ende, abortaban.


En EEUU este 'descubrimiento' fue el que generó la mayor polémica alrededor del libro. Sin embargo, el debate no se centraba entre personas que estaban de acuerdo con lo propuesto y quienes lo rechazaban rotundamente: la derecha los acusó de pro-choice, la izquierda de racistas (porque estadísticamente quienes abortan en aquel país son adolescentes, solteras y de raza negra) y las feministas de considerar que las madres solteras fomentan el crimen.

Así que imagínense lo que causaría en Uruguay. Es una cagada, pero, ¿soy la única que juega mentalmente con esta idea? ¿Es tan malo decir que una medida como la despenalización del aborto va más allá de ideas religiosas y éticas y que, realmente, podría ser beneficiosa para el país? ¿Pueden tener razón las mujeres que dicen, 'mirá che, todo bien, pero yo no puedo traer al mundo un nene porque no lo puedo mantener'? ¿Es odioso no tener en cuenta al lado sentimental del debate? Y, por último, ¿qué pasa si, efectivamente, resulta ser una medida en contra de los índices de pobreza y delincuencia? ¿Qué dice eso de nosotros, como sociedad global occidental, si siquiera dice algo? ¿Dice algo nuevo?

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El otro día, mientras el Senado votaba al respecto, le comenté a alguien lo desafortunado que me parecía que la despenalización no fuese a salir. En seguida comenzaron a emitir sus dudas sobre cuánto tiempo debe transcurrir entre la concepción hasta poder hablar sobre una vida humana. Es así: a las personas les encanta emitir juicios de opinión y el tema del aborto es terreno rico para esto (me incluyo). Pero, este tema también tiene la particularidad de la duda. Todos dudamos antes de contestar, dudamos mientras contestamos y terminamos dudando sobre lo que acabamos de decir, aunque hagamos el mejor intento de aparentar estar seguros en nuestra posición.

Es que, se mire por donde se le mire, no hay respuesta segura o correcta y, por lo tanto, cualquier cosa que podamos decir es una mera opinión o creencia al respecto. Es más, el 15-15 del Senado solamente lo evidencia. Dejemos que cada uno tenga la libertad de elegir lo que se le antoje.


Por mi parte, prometo que si la despenalización del aborto sale, no voy a andar amenazando de muerte a quienes decidan no abortar. Tengan todos los hijitos que quieran.

Iba a poner la imagen de la manito a favor de la despenalización,
pero la que encontré en el sitio del MYSU tenía la peor calidad del planeta.
Así que en su lugar, acá tienen a Tabaré tapándole un ojo al país.

Mi blog es de Libra

lunes, octubre 15, 2007

Uya. Catatonias cumplió un año el 11 de octubre y no me di cuenta. Supongo que ahora me toca mirar al año que pasó y reflexionar sobre el año que vendrá, pero enfrentar ese tipo de tortura mental meses antes del 31 de diciembre es, bueno, sumamente cruel.

Sin embargo, y para por lo menos conmemorar la fecha de alguna manera, les dejo un par de cosas:


Para el año catatónico entrante prometo:
  • Seguir con mi tesitura de pensar dos veces antes de hacer aquel sublime click sobre 'Publicar entrada'. Eso sí, tal vez resulte como hasta ahora y termine publicando cualquier cosa igual.
  • Intentar ser más escueta en cuanto a la longitud de mis posts. Para dicho emprendimiento, voy a abandonar esa odiosa práctica de unir todos los blurbs que se me ocurren durante la semana y ponerlos en un solo Word. La consigna ahora va a ser: un blurb, un post.
  • Continuar con mi política de editar el post cuantas veces sea necesario para que quede lindo (especialmente en cuanto a la posición de imágenes).
  • Continuar con mi política de pasar el post a un notepad antes que a blogger y aprovechar dicho paso para cambiarle todas las apóstrofes que aparezcan en él. Odio las apóstrofes wordizadas.
  • Conseguirme / continuar rogándole a Pablo que me haga / armarme un template original y fabuloso para así abandonar éste de Blogger.
  • Dejar de fantasear con hacer remeras / pegotines / botones de Catatonias que solamente usaré yo (y mis amigos para hacerme creer que soy importante).
  • Y ya que estamos, dejar de perder el tiempo pensando en slogans para las remeras, por más demás que estén. (Digo, ¿quién no quiere una remera que diga 'Soy croqueta' o 'Word es puto'? Vamos. ¿No? ¿Nadie? ¿Hola?)
  • Seguir siendo croqueta. Lo lamento en lo más profundo del alma, pero no se puede cambiar algo nato.
  • Hacer un nuevo post sobre disfraces caseros para Halloween, ya que desde principios de mes que la mitad de las búsquedas por Google se dirigen a ese desactualizado post.
  • Volver a hacer un par de posts en serio en cuanto tenga medio segundo.
Agradecimientos:
  • Al pastor Celso Zorzenón de la IURD, por ser protagonista de mi post más popular y menos comentado.
  • A Alfredo, por decirme que tendría que escribir un blog.
  • A Lu y a mi madre, por ser mis únicas fans por tanto tiempo (y seguir siendo el 90%).
  • A Pablo, quien será el creador del nuevo template de Catatonias (¿porfi?).
  • A la gente del laburo por ser mis primeros lectores, aunque casi ninguno siga laburando en la empresa.
  • A la gente del laburo, nuevamente, por dejar que siga escribiendo el blog.
  • Y, sobretodo, a todos quienes en algún momento me leyeron o comentaron :)
¡Feliz cumple, blog!

Catatonias: continuamente mejorando para Ud. Y para vos también.

Catarsis

miércoles, octubre 10, 2007

Ando medio a mil con lanzamientos en el laburo, mesas especiales de exámenes y un casamiento al cual debo acudir el sábado (otra incógnita femenina de la cual soy partícipe: ¿por qué estoy invirtiendo tanto dinero y tiempo en un evento cuando no soy la que se casa?) pero estuve escribiendo pequeños blurbs de cosas durante la semana.


Hoy cuando los pasé todos a un mismo Wo
rd me di cuenta que, en su gran mayoría, tienen un hilo conductor catártico-quejoso. Lo que sobra puede ser considerado como pequeños fractales de mi propia teoría del caos mental, cosa que supongo es el leit motiv del blog en sí mismo.

Pero antes, una o
bservación: le comentaba a alguien en el último post que no tenía idea qué iba a hacer cuando tuviera que escribir otra entrada. Ahora que existe la posibilidad de que mi caudal de lectores vaya más allá de mi madre, familia, amigos personales y afines, me da cosita. Sí, terrible presión.

Es como cuando te preguntan '¿A quién traerías de vuelta a la vida si tuvieses esa opción?' en esos memes intrascendentes que realmente no buscan respuestas sino difusión masiva para que un zopenco inventa-memes se sienta popular en Internet. Si me pongo a pensar, no sé a q
uién traería de vuelta al mundo de esa manera (fuera del hecho que mis creencias pseudo-religiosas ni siquiera permiten esa concepción de que alguien pueda volver a ser la misma persona en este mundo si es arrancada de su muerte).

Es más, si alguien me diera la opción, creo que me volvería loca bajo la presión que implica dicha decisión y terminaría acostada en posición fetal en el piso de un cuartito, llorando, sin llegar a una conclusión. Eso, o terminaría escupiendo diez mil nombres a la vez. Así que acá van diez mil posts a la vez (como si eso ya no sucediera en toda entrada que me disponga a escribir).

El blog de Daniel Figares en Montevideo COMM
No suelo reaccionar así cuando me encuentro ante alguna variante d
el idioma español pero... what the fuck? ¿'Pido disculpas x adelantado'? ¿'...aprobada x la bancada de ediles del Frente Amplio'? Escribí bien, boludo. Sí, es un blog. Pero, lamento informarte, un blog no es lo mismo que hablar por MSN. No es algo que suelo hacer, pero escribir 'x' en lugar de 'por' es algo que solamente he visto en conversaciones de mensajería instantánea y, bueno, TeleChat (y aprovecho este momento para manifestar mi profundo repudio a quienes utilizan la k en dichos casos. Me dan ganas de decir 'hoy leí a cafca' o 'hacé un clic' o 'el coala de Marengo me tiene podrida' con tal de no poner una puta k).

Xq a pesar de la seriedad, es 1 tipo kanchero

Programas de televisión bizarros (en ambas acepciones)
Ya que estamos, ¿por qué me cuelgo mirando TeleChat? Es como cuando
me convertí en fan del programa de Pare de Sufrir, aunque en éste por lo menos habían 'dramatizaciones basadas en hechos reales' que, no importa lo que me digan, eran fabulosas. Mi favorita fue una en que dos vecinas y amigas de toda la vida se encontraban en la puerta del edificio y se ponían a charlar. A una la vida le estaba sonriendo; a la otra no. Entran al apartamento de la primera y se toman un café. En una, la dueña de casa se va de la toma y la otra, mucho más joven, se queja en off sobre qué bien le iba a la otra y qué lindos muebles tenía (ahora imagínense qué lindas quedaban las dos sillas de jardín postradas en la mitad del living falso). Acto seguido, se muestra a la joven contratando una macumba para la primera, con el cartelito de 'Basado en hechos reales' aún tintineando en la esquina superior derecha de la pantalla. A la primera mujer – a la que le iba bien – le empieza a ir mal y discute con su marido. Fin.

Gloria Trevi
¿Por qué me gusta tanto tu tema? ¿Por qué? Lo tendría que odiar con toda mi alma, pero me encanta que la noche no haya sido oscura sino que fuese de lentejuelas. ¿Por qué, en cuanto quiero cantar adentro de mi cabeza, empiezo con que me solté el cabello y me vestí de reina y me puse tacones y era bella? Le estás quitando creedibilidad a mi espléndido gusto musical. ¿Por qué me pongo a bailar cuando ni siquiera me acuerdo del ritmo la mitad de las veces? Puede ser porque me parece, Gloria, que sampleaste a Gloria Gaynor un poquito. ¡¿Pero por qué mierda me gusta tantoooooo?!

Len-te-jue-las

Dedicado

Bueno, convengamos que tu campaña publicitaria en prensa (esos avisos de ancha y larga) me gustaron pilones. Sí, sí, fueron elocuentes. Pero ¿por qué mierda te
tenés que caer cada cinco segundos? Encima, siempre lo hacés cuando ESTOY USANDO INTERNET. No estoy mucho en casa así que me da miedo pensar cuántas veces te caés y no me doy cuenta. Encima, no sé qué servicio tengo contratado porque yo no lo contraté pero ¿PODRÍA SER MÁS LENTO?

Personas que te mandan videos de Google Video

Ta, hubo una época en que me molestaba que me enviaran vid
eos de YouTube. Por razones supernaturales (tal vez relacionadas con el punto anterior), demoraban años en cargar, me cagaban toda la conexión y, en la mayoría de los casos, era un video donde un tarado metía Mentos adentro de una Coca y uy qué loco, salpicaba por todos lados. Por suerte superé esa etapa. Pero ahora se les está dando por mandarme videos de Google Video. La re puta madre, hay una razón por la cual Google compró YouTube.

Siempre y cuando le des viagra cibernética (promoción válida hasta agotar stock)

El cambio de horario
Gracias por la hora que me robaste, cambio de horario. Son las 9 am y deberían ser las 8 y no importa cuántas veces intente no p
ensar en ello, siempre voy a saberlo. Nunca me voy a olvidar. Encima, seguro empeñás la hora para poderte comprar pasta base y/o championes con resortes (lo que me faltaba, hasta el cambio de horario es plancha).

Coca Light escurridiza / Cajeros automáticos inse
nsibles
¿Qué no tenés cambio? Entonces levantate de tu trasero gordo y andá a buscarme cambio, no es mi culpa que los cajeros automáticos no le hagan caso a tu
s caprichos de comerciante-acapara-Coca-Lights y me den billetitos de 500 cuando no tengo un peso encima. Encima, ¡me dijiste que me daban cambio en la pollería y era mentira! Dame mi Coca Light, puto.

¿De qué te reís, especímen?

Revelaciones
Ah eras vos que me cortabas la conexión, anti-virus de mierda. Y ESO QUE NUNCA ENCONTRÁS UN PUTO VIRUS. ÑOQUI.


Menos mal que los repartidores de Coca Light dejaron de hacer paro. No me gusta estar de mal humor. Tampoco me gusta reconocer que la falta de Coca Light en mi sistema me pone así. No me juzguen, no soy Giordano.

Opalaleta!

miércoles, octubre 03, 2007

Este, en la foto, es Perrhitaw. Ayer volvía caminando de la parada de bondi a casa, intentando cuidar a mi hermoso cerquillo de los estragos de la lluvia, cuando Perrhitaw me empezó a seguir. Mi primera reacción – como todas mis usuales primeras reacciones – fue de miedo. Le tengo fobia a los animales desde que un perro llamado Bonito casi me rebana un dedo de la mano derecha y por ende, suelo evitarlos a toda costa.


Pero Perrhitaw continuó fielmente siguiendo mis pasos. Yo para
ba y Perrhitaw paraba. Yo caminaba y Perrhitaw caminaba. Yo estornudaba y Perrhitaw estornudaba (ta, esa es mentira). Llegué a mi humilde hogar e ingresé, contenta que ya no tenía que preocuparme por mi cerquillo. Perrhitaw se quedó afuera de la reja y me miraba con cara de gato con botas en Shrek. Me di vuelta y enfilé hacia la puerta.

Y ahí, Perrhitaw se largó a llorar. Intenté hacerme la recontra superada y abrí la puerta, pero Perrhitaw seguía llorando. "No, Perrhitaw, no puedo, esta no es tu casa". Más llantos. "Perrhitaw, andá a tu casa, tenés un collar re lindo que te lo debe haber comprado alguien, andá". No paraba de llorar la pobre criatura. "Pero Perrhitaw, vamos, si te quedás acá me voy a olvidar de darte de comer y ¡va a ser peor!". No había caso.

Acto seguido, salió mi madre preguntándome por qué estaba hablando sola. Vio a Perrhitaw y como era el perrito más adorable del planeta, lo dejó entrar. Lo llevamos al fondo y cada vez que yo me iba, Perrhitaw lloraba. Me dio una ternura.

En fin, todo esto viene a que una amiga me dijo después
que el que un perro te siga a tu casa es buena suerte. Y, efectivamente, ayer de noche me enteré que por alguna razón, terminé siendo finalista del 2° concurso de blogs uruguayos de Freeway. ¡Yay!

Porque todo el mundo sabe que nosotros bloggers tenemos terrible lomo.

Como ya mandé a mi futura profesión como periodista a Lomas de Carrasco, voy a recibir esta noticia como persona-de-perfil-marketinero que soy y, por ende, pasaré a analizar mis chances de ganar.

Ahem.


Aparentemente, los otros finalistas son Ciudadano Quejeta, NO soy SOLO una curiosa MAS, Sool, y Tan versátil como acústica. Los primeros tres los conozco – es más, decoran mi toolbar de feeds del Firefox – y el último no. Más aún, Ciudadano Quejeta tiene el grandísimo honor de ser el único blog al cuál le he afanado un post durante aquel a
rduo periodo de mi vida conocido como 'la noche en que escribí un capítulo de mi tesis'.

Por otro lado, NO soy SOLO una curiosa MAS es mi idola y sé que me estoy refiriendo a los bloggers por el nombre de sus blogs, pero es porque prefiero que me digan 'Catatonias' a que me digan DIT o mi nombre posta (que Freeway ha tenido la delicadeza de esparcir por la güeb). (Ojo, si me gano el iPod, tampoco me molesta tanto.) (En serio.)


Y a Sool le encantan los patitos de hule. Say no more.

Hasta ahí todo bien, aunque la veía difícil porque vamos, Catatonias es como el little blog that could al lado de los otros. Y sí, tendré menos comentarios por entrada que los tres, y sí, mi template es un bochorno y sí, casi nadie entiende la mitad de mis posts. Pero vengo de una familia numerosa y tengo muchos primos y creo que en el laburo, si me porto bien, puedo lograr que la empresa vote por mí. Ahí ya tengo algo así como 70 votos bajo el brazo. Ah, me olvidé de Raquel. 71.


Todo eso hasta que llegué a Tan versátil como acústica. La mierda. La mina tiene más de cien comentarios por entrada y escribe cosas que se
leen en 20-30 segundos. Dios mío, además de haber encontrado el mismísimo polo opuesto a mi blog, me arrebataron el iPod en dos segundos. Encima, hoy, cuando llegué a casa y grité "¡Perrhitaw!", Perrhitaw ya no estaba. Al menos que me lo encuentre alguno de estos días y se disponga a seguirme a casa de nuevo, creo que está todo dicho.

Happy panda!

Sería un panda triste si no fuese que ser finalista es, sin lugar a dudas, algo que me pone súper contenta. Me encanta escribir. Me gusta mucho leer, también; cuando llegué a los blogs de Diegzor, Sool y Lisa, algo hizo que los agregara a los más o menos veinte feeds que tengo ahí arriba. Supongo que dentro de ese algo jugaron un montón de cosas, pero, por encima de todo, que tenían algo para decir y que lo decían bien, a pesar de no siempre estar de acuerdo con ellos. Algo así como el 'yo quiero ser así cuando sea grande' de una nenita de 23 años.

Ni en pedo soy grande. Ni en pedo les llego a los talones. Pero pensar que capaz que alguien – cualquiera – puede llegar a pensar que soy comparable... supongo que algo debo estar haciendo bien. Gracias, Papá Noél, yo sabía que vos existías.

Ah, y si alguien reconoce a Perrhitaw, sepan que mi intención era buscar quién era el dueño. Perdón, pero tu perro es McGyver y no tengo idea cómo logró traspasar dos rejas y desaparecer (aunque tengo la sospecha que lo aprendió de quién sea que se afanó la bicicleta de mi hermana la semana pasada).


(Este post va dedicado a Alfredo, quien me dijo un día de octubre del año pasado: "Che, Tefa, me parece que vos tendrías que escribir un blog".)
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