Atrévete, salte del closet

martes, octubre 07, 2008

En Biología de primero, nos sentaban en grupos. Los grupos se establecían el primer día de clases y, básicamente (y por alguna razón que no comprendo) eran por orden de altura. En ese entonces, yo seguía siendo la más alta de todas las chicas y hasta de toda la clase si no fuera por UN chico. Justamente, el chico que a mí me gustaba.

Mi equipo tenía tres personas, las tres últimas personas en la fila por orden de altura: mi amigo Martín, yo y el chico que me gustaba. Needless to say, la profesora me odiaba. Ella daba clase y yo ni puta idea, porque me pasaba los dos periodos de Biología charlando a lo loco y siendo sumamente carismática. Digamos que en esa época los kilos de más me mataban así que no quedaba otra que ser súper simpática (y medio que funcionó, así que gorditas del mundo, aprendanlón).

El tema es que esta profesora era, encima, media quilombera. Se la pasaba llamando a mis padres para tener 'reuniones extracurriculares' y era la típica que ponía 'puede rendir más' en el carnet. Como yo, además de ser la más grande de 5 y gordita, era también nerdita, mis padres no podían creer que tuviera un 6 en Biología. UN SEIS. DIOS MÍO. NOS SALIÓ IDIOTA. QUÉ HACEMOS. ETC.

Imagínense la reacción cuando uno de mis hermanos repitió 5°. Fue divertidísimo.

En fin, la profesora me odiaba. Y como buena profesora de aquellas que trabajan en liceo privado pero igual llevan túnica blanca, se la agarró conmigo. Me hacía decir TODOS los orales. Me intentaba cagar en TODOS los escritos. Pero como yo zafaba y seguía zafando, ideó un plan tan maquiavélico, tan vengativo, que terminó ganándose mi respeto.

Un buen día, a meros minutos de la campana, escribió lo siguiente en el pizarrón verde: "Sexualidad Humana". Tranquilamente nos indicó que debíamos escribir una lista con todo, pero absolutamente TODO lo que se nos venía a la mente cuando alguien nos decía "Sexualidad Humana". Recuerden, gente, que en mi equipo habían tres personas: una croqueta y dos varones con las hormonas a todo fervor.

Dios mío. Hoy puedo decir que yo sí sentí lo que sienten nuestras tatarabuelas cuando ven los reclames del Traca Traca y de las Pastis en la tele. En esa época hasta la palabra 'pito' me hacía reír desconsoladamente. Imaginen lo que pene, clítoris, vagina, sexo oral y sexo anal causaban en mí. Paren. No. Déjenme reformular esa oración.

Imaginen mi vergüenza ante la mera mención de las palabras pene, clítoris, vagina, sexo oral y sexo anal. Ahí está.

Pero mi sufrimiento no terminó ahí. No señores. La yegua de la profesora, esa hija de puta, paró el tiempo y dijo que ahora debíamos decir en voz alta lo que nuestros equipos habían escrito. Y con una sonrisa zorra, apunto sus ojos a nuestra mesa, se relamió los labios y con un 'muahahahaha' interno indicó que yo debía decir lo que mi equipo había escrito. En voz alta. Frente a todo el mundo.

Fue un épico momento chan. Miré hacia los costados. Todos me miraban (menos los chicos de mi equipo, que estaban muy ocupados escondiendo sus carcajadas). Tragué saliva. Releí el título en el pizarrón. Mi rostro comenzó a ponerse bordeaux. Y, a regañadientes, dije aquella primera palabra que nunca voy a olvidar: "P-p-p-pene."

Mientras la profesora la escribía sobre el inmaculado pizarrón, yo sólo quería que la tierra me tragase entera. En el momento en que la tiza dejó de hacer ruido contra el fondo verde, supe que tenía que decir la segunda. Se me llenaron los ojos de lágrimas. Respiré profundamente. Y, cuando ya era evidente que en cualquier momento me largaba a llorar, tocó la campana.

Soy la mayor de cinco hermanos. Eso ya establece un montón de cosas: primero, que supe lo que era el sexo a través de la Enciclopedia Británica (posta). En segundo lugar, que desperdicié toda clase de Educación Sexual escuchando cómo los nenes de mi clase le preguntaban al maestro qué era un pene/clítoris/pezón. Y claro, la respuesta quedaba escondida detrás de las carcajadas que largábamos todos.

A los 11, llegué re contenta de una fiesta y le conté a mi madre de que había apretado con el chico que me gustaba. No saben cómo se le subieron los colores a la cara. Fue un show. Posta. Nunca la vi tan callada. Por suerte tuvo la sutileza de preguntarme qué era apretar y yo, impaciente, le contesté "Ay, mami, cuando bailás lentos así, apretados, ufa, no sabés nada."

Algunos años después me enteré lo que era apretar, así, de rebote, digamos que en carne propia. (Dicho sea de paso, fue terrible shock que me agarrara una teta. ¡Eso no lo mostraban en las películas!) Yo fui de la generación que se divirtió usando al caramelo 'Lenguetazo' en toda acepción eufemística posible. Recién en tercero de liceo me enteré lo que significaba la palabra fornicar (después de preguntárselo a los gritos a una profesora). Imagínense.

Por suerte mi croquetez fue disminuyendo hasta convertirme en el ser normal que soy hoy. Bueno, casi normal. Bueno, nada normal, pero ese no es el tema.

El tema es que el otro día volvía del Interior en bondi (bah, dejémonos de joder, volvía de Punta del Este), cuando en una, a través de la sudorosa oscuridad que caracteriza dichos tramos semi-directos, escuché un ruidito. Un ruidito insoportable, asqueroso, salivoso; nefasto por seguir tirando adjetivos. Bastó con que el ruidito se repitiera un par de veces para darme cuenta de que, a ese ruidito, yo ya la había escuchado antes. Era inconfundible.

En algún lugar, en algún lado, dos hijos de puta estaban apretando como si el bondi fuera un boliche y la oscuridad perteneciera a las 6 am, hora en que las almas en pedo se juntan e intercambian saliva como si ésta fuese figuritas del álbum de Súper Campeones.

El hecho me arruinó la diversión de viajar dos horas en un bondi lleno de personas mientras veo a la oscuridad empañada pasar por la ventana y escucho los suaves ronquidos del viejo sentado al lado mío. Un crimen.

El tema también es que, hace una semana, vi en Susana a un remisero con cara de Larry darle chupones a un par de gemelas que hablaban con acento. El tema es que no me banco a las parejitas apretando en la parada de bondi. El tema es, también, que una vez vi a la Tota Santillán encajarle terrible chupón a no-sé-que-gato-de-turno en Intrusos. Y el tema es, también, que todo esto no sólo me causó asco sino que también engendró una duda existencial en mi maravillosa persona.

¿Es esto normal o simplemente un vestigio de mi antigua croquetez que no me deja en paz?

En caso afirmativo, MIREN LO QUE TENER UNA PÉSIMA EDUCACIÓN SEXUAL ENGENDRA EN SU JUVENTUD, IDIOTAS.

En caso negativo, dios mío, tengo que dejar de mirar Intrusos.

Ud. decide. Pero Ud. no me juzga, ¿ta? (¿Porfi?)

12 comentarios :

Daniela Couto dijo...

Y después tenés miedo de agregar gente en Facebook...

Stephanie Biscomb dijo...

Y claro, mirá si ven las cosas que publico acá :P

Próximo paso: voy caminando por la calle y dicen "mirá, ahí va la que dijo p-p-p-pene."

Martín S. Camargo dijo...

Yo te resumo mi respuesta en una de mis máximas de oro: "Me encanta el amor, pero como concepto abstracto. Las parejitas de carne y hueso me provocan náuseas."

Y cuanti más demostrativa se ponga la parejita, peor. Especialmente las parejitas heterosexuales.

Claro que tomar una conducta mía -o cualquier idea en general- como "normal" no es una costumbre que tenga la gente de bien. Viste que yo soy uno al que no le gusta el fóbal y eso.


En otro orden de cosas, no te voy a juzgar por traumada, pero con todo eso de los amigos ingleses y el colegio privado y los viajes a Punta del Este y que comías tan bien en tus tiempos, no puedo menos que juzgarte por ser una despreciable cheta. Te odio. Fuera de acá!!!

Ah, es tu blog.

Entonces me voy yo. Dando un portazo. Porque seré un negrillo terrajita, pero no por eso soy menos drama queen.

Anónimo dijo...

Jajaja... Qué grande, las cosas que uno se viene a enterar de tu vida leyendo el blog, eh? :P
Yo quiero que mi camiseta diga "DIT te hace cagar de risa a vos pero es amiga mía", ta?
Me encantó. (Aviso que estoy en el borde de dejar de comentar en este blog... Comento para demostrar que es verdad que te leo, pero ya casi no puedo decir mucho más que "juaaaaaaaaaaaaaaa, me mataste", estoy poco creativa.) Besote.

Stephanie Biscomb dijo...

æclipse: por un momento olvidé que usted no está desde el principio leyendo este blog y que claro, seguramente no tuvo el agrado y honor de leer este post. Pensé que ya se daba mi chetez por sentado.

Igual soy buena, ¿ta?

Loo: esa idea de slogan no la tenía en mente y la verdad es que es muuuy buena. Yo sé que me leés y que sos una de las pocas que me ha leído desde un principio, así que todo bien. Eu adorei.

Diego S. dijo...

Contarle a tu mama que andabas apretando por ahi. Por favor. No fuiste a "Divirtiendose a espaldas de los padres 101"?

Bah. De que hablo yo? Me entere de lo que queria decir "fornicar" en sexto de liceo. Siempre me parecio una palabra muy de cura conservador, que le voy a hacer.

Y ta, muy divertido el post, pero como intento de subir tu rating con sexo no creo que funcione mucho. Te sugiero que busques fotos de gatos en pelotas (podemos hacer un excelente chiste con LOLCATS ahi), ingreses en el terreno de los poemas porno, o aun mejor, escribas historias porno bagartas. Tus visitas se van a ir a las nubes.

Jah. Visitas. Mmm. No suena mal.

the walrus dijo...

Forniquen, uruguayos, forniquen.

Fd. dijo...

Hostia, me acabo de enterar de que sos mujer. D.I.T. no suena muy femenino la verdad.

Stephanie Biscomb dijo...

Dieguín: no sabés cómo me alegro de no ser la única que no sabía lo que era fornicar hasta que fue demasiado tarde.

Yo con mi madre siempre fui una estómago resfríado. Venía a casa pensando 'no le voy a contar, no le voy a contar' y cuando me decía '¿qué contás?' confesaba todo como si de una tortura se tratase. Pobre mi madre. Pobre.

Y en cuanto a la apelación al sexo... y bue. Es lo máximo que una croqueta como yo puede apelar a decir. Además de la fotito con la mina en bolas, claro.

Walrus: Amén.

Emerre: ¿En serio? Soy nena sí. DIT son las siglas de 'Diva in Training', tal como más o menos lo implica lo que dice abajo de la mina en bolas, ahí, en el sidebar.

Fd. dijo...

Pasa que leo los blogs en el google reader, sólo entro a comentar.
Saludos, señor. Digo, señora.

Anónimo dijo...

No te preocupes, a todos nos ha pasado situaciones similares.

No he de divlugar nada más sobre mi vida ni embarrasing anécdotas. (¿?)

Anónimo dijo...

Por favor!!!!Me sentí muy identificada!!!
Pero por suerte he logrado que en mi vida el sexo sea como una actividad recreativa más, de lo contrtario hoy en día no podría practicarlo.
Muy bueno este lugar.
Saludos
e.-

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