Sex and the Tortellini: Jugando a Papá Noel

domingo, diciembre 24, 2006

El jojojo de Papá Noel ya resuena en el colectivo mental capitalino, al son de cánticos borrachos provenientes de fiestas de fin de año e imágenes de arbolitos decorados con chirimbolos resplandecientes. La gente sonríe con más frecuencia, los niños esperan ansiosos y escriben e-mails a papanoel@tata.com.uy / @tiendainglesa.com.uy / @portones.com.uy / @geant.com.uy y los puestitos de jazmines proliferan en las esquinas, peleándose con aquellos que venden fuegos artificiales.

Señores y señoras, han llegado las fiestas. Y con ellas, claramente, los festejos en todo ámbito de nuestra vida – especialmente el laboral. A continuación, veamos un mero ejemplo de este tipo de festividades.

El amigo invisible
Supongo que la práctica de esta simpática forma de quedar bien con todo el mundo sin pagar más de 100 pesos es común a la mayoría de los trabajos montevideanos y del mundo.

En teoría, es una idea genial; se compra una botella de vino y se la regala a la persona cuyo nombre se encuentra en el papelito que tomamos al azar. Espectacular. Si una botella no nos convence, existen millones de alternativas también: una billetera, una lapicera, bombones, tazas, un gato... bueno, tal vez un gato no sea el estándar, pero en algún lugar tenía que mechar que a mi amigo invisible del laburo le regalé un gatito. No shit, a veces me sorprendo a mí misma de lo ídola que soy.



Vamos todos.... awwwww!

Lo interesante, sin embargo, sucede una vez que dichos regalos se entregan, ya sea durante un break laboral o mismo en la afamada fiesta de fin de año de la compañía. Si alguien es lo suficientemente croqueta como para no saber quién se lleva con quién dentro de la empresa, solamente basta con presenciar este acto de regalar para saberlo.


Todo regalo que suponga un gasto mayor al máximo establecido (y vamos, si realmente te llevás con la persona, es prácticamente un requisito que gastes por lo menos 100 pesos más) es entregado a una persona que es amiga; y más si es 'personalizado'. Por otro lado, si uno es lo suficientemente pera y amargo para no haberse dado cuenta antes, tal vez tampoco haya siquiera asistido a dicha entrega navideña.

No estoy hablando de que si a Marianita de contaduría le gustan mucho los bombones entonces Pedro de recursos humanos es el mejor amigo por una pedorra cajita con dos Ferrero Rocher (pero seguí así Pepe, me contaron que Marianita se pone cariñosa con un poquito de alcohol encima; asegurate de rellenarle el vaso durante la fiesta de fin de año).

Tampoco se trata de que Fabio sea recontra cercano a la nueva secretaria, que tiene su escritorio forrado con fotos de tomates y siempre viste de rojo, por regalarse una tanga carmesí. No, señores, Fabio es un desubicado que se quiere hacer el güiner y no le sale (porque además, cuánto apuesto que el asqueroso encima se la compró en la feria y con un 40% de descuento por ser usada).


¿Cuál es para el amigo invisible y cuál es para mamá?


Realmente, no sé de que se trata, pero en todo caso, hacer de Papá Noel una noche es sumamente importante si se quiere mantener un nivel de conversación saludable a la hora del almuerzo antes de que todo el mundo se vaya se licencia. Esto, obviamente, no se remite solamente a posteriori; aquella regla implícita que consta en no decir quién fue que te tocó este año para regalarle fue creada para ser rota. Y si no me creen, pregúntenle a cualquier persona perteneciente al sexo femenino que trabaja con ustedes cuántos compañeros acudieron en su ayuda para comprar el regalo de su amigo invisible.

Si de todas maneras lo único que les importa es recibir su botella de vino barato e irse a tomarla mirando reruns de Six Feet Under, no pueden decir que no les divierte averiguar quién fue el pobre infeliz que le tuvo que regalar al jefe – y qué le regaló exactamente. Más aún, cuál es la reacción del jefe ante el regalo: un incómodo "eh... gracias... por este... eh... ¿qué es esto?" justo antes de excusarse para ir al baño y culpar al water de haberlo atacado y amenazado con cortarle todo si no le entregaba el regalo. Re loco, hasta la cadena se tiró sola.


---------------------------------------------------------------------------------------------------------
¡Feliz Navidad! Y no me vengan con que son judíos o ateos o wicca o lo que sea, porque la Navidad dejó de ser cristiana en el momento en que la descubrieron los shoppings. Y a modo de milagro navideño, les dejo mi regalo, un tanto inusual para Catatonias: les concedo una primicia periodística y exclusiva de este medio.

Debido al gran éxito de aquella publicidad en la cual una niña, inconforme con los regalos que Papá Noel le fue dejando a lo largo de los años, le solicita a su padre que él sea quien se los compre esta Navidad, millones de niños que alguna vez han experimentado la desilusión de no encontrar un playstation debajo del árbol han optado por lo mismo. Papá Noel se ha convertido en un desempleado más y se mudó a Cabo Polonio, resignado a vivir de la venta de artesanías.

El calor de estos días lo ha obligado a afeitarse y perder 20 kilos. Fuentes cercanas también aseguran que en el 2007 se cambiará el nombre a Patricio J.O. Nogueira y comenzará su carrera política en vistas de postularse para candidato a presidente en las próximas elecciones con el apoyo de su propio partido político, compuesto por todos los miembros más bajitos del senado. La elección de los mismos estaría marcada para marzo en el pelotero del McDonalds de Montevideo Shopping.


A continuación, el análisis subjetivo de esta noticia: :(

No dejen que sus niños lean Catatonias. Es hardcore.

2 comentarios :

Voz Independiente dijo...

Buen día para realizar el artículo, me encantó lo del mail a @tata...pero los padres mandan a @creditel.

Salu2 y felices fiestas!!!! Para ti...y tu empresa tb.

Voz Independiente dijo...

Jejejeje..yo de nuevo..quiero el Sex and the Tortellini #5 - Despedida de fin de año. O empiezo a leer otros blogs...

Proudly designed by | mlekoshiPlayground |