Mi primera reacción, dentro del sueño, fue de horror. Luego, comencé a formular diferentes soluciones al evidente problema: primero, podría intentar dar la materia libre y en una mesa especial, cosa que en la vida real haría a muchos alumnos de la querida UCUDAL estallar en carcajadas. Luego, pensé que tal vez hablar con alguien de importancia, explicar mi problema, funcionaría. Más carcajadas imaginarias. Como medida desesperada pensé en buscar una reválida a través de mi laburo; mentir un poquito, decir que ya sé programar por donde trabajo y ver qué tal. Pero tenía que hablar con alguien. Lo único que podía hacer era hablar con alguien.
Bajé las escaleras delanteras corriendo, sólo para darme cuenta que era viernes antes de la semana de carnaval y todo estaba oscuro. Una sombra de portero me informó que no había nadie más en el edificio.
"Pero en el liceo, ¿queda alguien?".
"Podés probar, siempre se quedan Soto y Florencia porque hay algo entre ellos".
Ya en mi sueño podía ver el edificio del liceo con una sola ventana iluminada en el segundo piso. Me di vuelta y corrí por el enorme vestíbulo hasta la puerta del fondo, con los championes haciendo esos ruiditos molestos contra el piso que parecía de mármol gris. Recé que la puerta estuviera abierta. La abrí y salí a la noche, con el recreo de los más chiquitos a mi derecha, la sala de actos a mi izquierda y un caminito de cemento frente a mí que rodeaba el recreo, separándolo de una enorme y oscura cancha de rugby. Seguí corriendo y corriendo, mis ojos completamente fijados en la ventana iluminada.
Doblé a la derecha, seguí el caminito, corrí como nunca corrí antes, como si nunca hubiese fumado y como si hubiese estado preparándome para la M4 desde los 3 años. Veía que la luz seguía prendida en el segundo piso, justo donde estarían los laboratorios; corrí y corrí, aunque no sabía por qué, no sabía quienes eran ni Soto ni Florencia ni si me podían ayudar, ni sabía por qué esto era tan grave, pero por alguna razón lo era, y por eso corrí y corrí.
Corrí y corrí a través de lo que supuestamente siempre quedó a pasos, pero en mi sueño eran kilómetros. Corrí y corrí hasta que la luz en la ventana se apagó y me desperté.
En cuanto al concurso que dejé estipulado algo así como dos posts atrás, nadie ganó. Al final, estoy haciendo algo sobre planchas (no el electrodoméstico, sino la paranoia ante el estereotipo del plancha liceal) y ya tengo todo más o menos bajo control excepto una cosa: no encuentro a un docente liceal que quiera hablar del tema. Si alguien sabe de alguien, lujo, las entradas al cine van para él/ella.
También avisenme si alguien sí me sugirió el tema 'planchas'. La verdad es que no me acuerdo.
2 comentarios :
Pah, y yo pensé que era la que tenía sueños locos! :P
Un docente que quiera hablar del tema planchas? Hmmm... No sé... Voy a pensar, pero no sé...
lu, siempre haciendo spam :), sos como un "figureti" pero sin peluca.
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