Epilogando

viernes, enero 11, 2008

Tengo una amiga cuyo mensaje personal de MSN dice lo siguiente: 'La esperanza es lo último que se pierde!! La esperanza es lo último que se pierde!!!'. Repetir un cliché – que siempre consideré muy cierto – y repartir cinco signos de exclamación de manera casi aleatoria entre las dos frases nunca sonó tan desesperado.

Supongo que todos tenemos esperanzas distintas. Y estoy segura que muchas son sumamente triviales. La desesperación de aferrarse a la esperanza es algo que, lamentablemente, conozco bastante bien. Por suerte, nunca fui decepcionada: siempre encontré un Plan B u otra puertita escondida que podía abrir. Y, en las más últimas, ahí donde se sabe que el destino está completamente fregado, siempre fui de intentar quedarme con el gusto amargo de encontrarle el lado positivo y aferrarme a eso, a un consuelo de tontos que nunca me falló.

Una de estas mañanas que recién pasaron, bajé semi-dormida de mi cuarto para encontrarme con un ejemplar de Milagro en los Andes en inglés sobre la mesa del comedor. Mientras lo miraba de reojo, secretamente odiando la forma en que Parrado sigue lucrando de la desgracia, mi viejo se acercó y me mostró una de las primeras páginas. Ahí, sobre una foto del equipo del Old Christians en blanco y negro estaba el autógrafo de Nando Parrado.

Molesta por el acto de cholulez, tomé el libro y me senté a leer, dispuesta a encontrarle cualquier cosa que mereciera un comentario ácido. Cuatro horas más tarde, lo terminé; en solamente esas cuatro horas mi opinión sobre Parrado dio un giro de 180 grados.

Básicamente, Milagro en los Andes es un efectivo libro de auto-ayuda disfrazado de recuento autobiográfico. Parrado recuerda el antes, durante y después de un accidente que los uruguayos conocemos más que bien. Pero no se queda ahí. De cada hecho, situación, sentimiento y acción, saca sus propias reflexiones, argumenta sus propias creencias y justifica la publicación de 'un libro más sobre el accidente de los Andes', en un epílogo que no tuve más remedio que leer. Es que, entre lecciones tan simples pero fácilmente olvidadas y hasta, a veces, borderline chongas ('lo opuesto a la muerte no es la vida, sino el amor') no pude dejar el libro ni medio segundo.

Como es de esperarse, también habla de la esperanza, o mejor dicho, de la falta de la misma y, sobretodo, del peligro que se encuentra escondido en algunas esperanzas. No todas las esperanzas son buenas: aquellas que solamente terminan en la pasividad de quien las padece no hacen más que perjudicar. Así, lo último que se pierde no es siempre la esperanza. A veces, puede ser la vida misma (por más esperanzado que se esté).

El libro termina ratificando la misma lección hecha mito que muchas películas pedorras de Hollywood han intentando ametrallarnos en la cabeza: la vida es corta. Hay que aprovecharla. Hay que buscar lo que uno quiere, hay que jugársela para poder ser exitoso y hay que seguir a aquellas esperanzas que deriven en un plan de acción. Sentarse a esperar no es una solución. Mientras no se pueda hacer nada, mientras no haya plan de acción que concuerde con determinada esperanza, se puede ir persiguiendo otras. Y así, sucesivamente, cada una de aquellas esperanzas que valen la pena se irán convirtiendo en hechos.

Aún así – y aunque posiblemente no haya sido la intención del autor – mi reflexión favorita es aquella en donde Parrado encuentra que, a veces, no es necesario entenderlo todo. Hay quienes se obsesionan tanto con saber y comprender que se descarrilan sin darse cuenta. Obviamente, me incluyo. Hay cosas que uno nunca va a saber y hay otras que, sinceramente, es mejor que no las sepa. Y hay muchas cosas más que uno nunca va a poder entender.

Lamentablemente, no controlamos ni los acontecimientos de nuestras vidas ni aquellos pertenecientes a las vidas de los demás. Si, sucesivamente, nos detenemos en aquello que no entendemos, vamos a terminar en un pit stop eterno. Preguntar está bien, buscar explicaciones y soluciones también. Pero colgarse, no. (Es más, tómenlo como ejemplo y no se cuelguen a preguntarme por qué volví a postear.)

En fin, cómprense el libro, pídanlo prestado, sáquenlo de alguna biblioteca sin burocracia. No sé, léanlo. Es ideal para leerlo ahora, cuando ni siquiera le dimos tiempo al 2008 de generar los suficientes acontecimientos para volvernos cínicos. Hay mucho más en sus páginas que lo que uno espera.

Por mi parte, feliz 2008 atrasado. Espero que el nuevo año los vea concretar todas sus esperanzas (y que yo deje de ser tan terrajamente sentimental). Salud.

18 comentarios :

YosoyineS dijo...

Creo que la esperanza como el ultimo manotazo del ahogado es un cliché que de tanto repetirlo debe ser cierto.

Ahora, no tengo muchas ganas de seguir leyendo sobre la tragedia de los Andes, pero puede ser.

Besotes!

Matilde dijo...

Realmente no me pasó lo mismo con el libro de Parrado. Lo encontré lleno de lugares comunes y demasiado sensibilizado (queriendo ser sensibilizador) para mi gusto. Pero claro, el tema lo requiere.
A mí no me gustó. Pero entiendo tu punto. El punto de Parrado, ese señor que juntó algún que otro billete hablando del asunto.
Y difiero con que los uruguayos conozcamos bien del tema. Creo que hay una gran despreocupación al respecto. No sabemos ni los nombres de los sobrevivientes, pero seguimos venerando a los "héroes" de Maracaná.
Creo que te debe haber gustado, también, porque lo leíste en inglés y no en español gallego.
No me olvido más de la frase que le gritan a quienes traen ayuda: PIMPOLLO, LO HAS LOGRADO!

Saludos, Lisa.

Matilde dijo...

Si querés leer más del tema, buscate un artículo que publicó Leonardo Haberkorn en Gatopardo, que se llama "Los otros sobrevivientes de los Andes".
Besos, Lisa.

Stephanie Biscomb dijo...

Como todo libro de auto-ayuda, creo que también depende mucho desde dónde uno lo lea. A mí, personalmente, me dejó mucho. Tal vez aquellos lugares comúnes que mencionás son unos que no frecuento usualmente.

Me mató lo de Lo HAS LOGRADO PIMPOLLO. Efectivamente, creo que me ayudó el inglés. Siempre lo defendí: el español es nefasto en cuanto a que al escribirlo, es muy, muy fácil caer en cursilerías. El inglés es muchísimo más simple en cuanto a su riqueza de sinónimos.

Y en cuánto a quiénes son los sobrevivientes, yo siempre supe quiénes son. Sin embargo, creo que no se debe a un mayor interés por la materia, sino a una simple cirumstancia de círculo social. ¿Cómo una chica de un liceo privado de Carrasco no va a conocer a los hijos de aquellos sobrevivientes del Christian? ¡Inhumano!

Otra cosa que rescato a posteriori: le mandé un email a Nando cometándole cómo su libro había cambiado mi percepción. A los dos días me lo contestó, y ni siquiera se centró en aquello, sino que en otras cosas más personales del mail. Alguien que me incite a que le envíe un email así debe ser mencionado... y eso que contaba con cero cuete en mi sistema :P

Diegzor dijo...

1 - Brillante tu tactica de empezar "ay, cierro el blog, cierro el blog" para echar a todos tus visitantes casuales. :P Muestra un maquiavelismo inusitado de tu parte.

2 - "Lo has logrado pimpollo" no supera a mi cita gallega favorita. "Vámonos de aqui, cagando leches!", del Call of Duty 1.

3 - No creo que Parrado haya escrito el libro para hacer guita. No estoy de acuerdo con los que creen esas cosas. El tipo perdio a la vieja y a la hermana y nadie es capaz de lucrar con eso. El loco no necesita la guita del libro y de las charlas. Si lo hace es porque lo siente, porque tiene un mensaje para transmitir. Dicho eso, y dicho que odio los libros de autoayuda y todo lo que tenga que ver con autoayuda, creo que siempre que lo escucho hablar lo escucho decir cosas muy inspiradoras. En algun sentido, me da fuerzas para seguir adelante con mis cosas, que en comparacion con lo que el tuvo que pasar, son bobadas.

4 - No entendi lo de tu mail a Parrado.

Matilde dijo...

Yo le escribí en noviembre del año pasado a Parrado para entrevistarlo. Me contestó el mismo día, diciéndome que se iba de vacaciones con la flia y volvía en febrero.
Me parece bárbaro que te hayan contado la historia en el colegio. Otros no tuvimos la suerte.
Anyway, ¿alguien sabe si Parrado usó un shadow writer?
Kisses, Lisa.

andres(con minusculas) dijo...

Yo pense que era un libro de gastronomia....(chiste cruel, malo e inncesario..., pero es la reaccion a este nuevo Maracana de la sociedad uruguaya)

Stephanie Biscomb dijo...

Diegzor: acerca del punto 1... ¿quién? ¿yo? jiji.

Yo realmente pensaba que era eso, pero el libro mismo me demostró lo contrario. Y me lo había demostrado antes de que el comenzara a justificarse, ahí al final del último capítulo y en el epílogo. Yo también no le tengo mucha simpatía a los libros de auto-ayuda, pero éste, como habrás visto, me gustó.

Y lo del mail, básicamente, en primera instancia el libro me motivó como para mandarle un mail (hecho inusual) y, en segunda instancia, me lo contestó muy bien.

Lisa: la versión en inglés fue escrita junto a otro flaco. Por lo menos eso dice en esa versión, aunque por lo que escribe dicho flaco, puede también ser que haya sido el shadow writer para ambas versiones (el loco fue a la casa de Parrado en Punta del Este un día, Parrado le relató todo y el flaco escuchó y dijo 'sí, definitivamente vos tenés que escribir un libro').

No fue en el colegio que me lo enseñaron. Creo que debe haber sido una conjunción entre mi familia, mi grupo de pares y otras personas. No te olvides que mi vieja tiene más o menos la edad que tenían estos flacos cuando pasó esto.

Andrés: chiste cruel, malo e innecesario. Pero igual me cagué de la risa (y eso de compararlo con el Maracaná es tan tan TAN cualquiera).

Mantis dijo...

La autoayuda del despelote en Cromagnon (con incendio y muertos incluídos) no puede hacerse esperar mucho más.

Aquí nadie se comió a nadie, pero así y todo va a haber alguien a quien le va a servir.

Y ese alguien será quien escriba el libro, obvio. Saludos.

Stephanie Biscomb dijo...

Claramente, Cromagnon le sirve a quien no tenga championes (zapatillas, en su idioma).

andres(con minusculas) dijo...

No es cualquiera, es una nueva epopeya uruguaya, ya lo dijo Gorzy, si no lo viste perdiste!!. Otro logro maravilloso de URUGUAYOS...

Unknown dijo...

El chiste cruel, malo e innecesario tambien es obvio y una falta de respeto para los sobrevivientes que tuvieron que soportar cosas atroces y comer el cuerpo de sus seres queridos para poder sobrevivir.


Pero que se puede esperar de alguien con un complejo de inferioridad tal que escribe su nombre en minusculas y aclara que esta en minusculas
Alguien con un cerebro minusculo, cuyas opiniones son minusculas, y seguramente, para justificar tanto complejo de inferioridad, el tamaño de su pene tambien es minusculo.

Stephanie Biscomb dijo...

andrés: es cualquiera, especialmente porque estos flacos no sobrevivieron por el país ni lo hicieron para representarlo. Es más, yo diría que ni siquiera representan al típico uruguayo, o por lo menos no representan el estereotipo que al típico uruguayo le gustaría representar.

Iría más lejos y diría que si la única variable a considerar a la hora de encontrar motivación a sobrevivir y volver fuese el Uruguay, estos flacos buscan el revolver del piloto y lo usan para quitarse la vida. Pero ahí me iría un poquito al carajo.

Guillermo: no te lo tomes tan en serio, él mismo dijo que era un chiste malo. Ayer hablaba con una amiga que hace años que no veía sobre este tema, y me dí cuenta que, por alguna extraña razón, a mi me impresiona mucho menos eso de comerse la carne de sus seres queridos para poder sobrevivir.

Para ser sincera, lo que me pareció más fuerte del libro entero fue el momento cuando se murió la hermana de Parrado y, más adelante, el cuento de una persona de la audiencia a la cual Parrado se dirigía en una de sus conferencias o charlas. La mujer estaba saliendo en el auto para irse a trabajar una mañana y no vio que su hijo de 2 años estaba atrás del auto. Puso reversa, lo atropelló y lo mató.

MeOnly dijo...

Ellos no sobrevivieron por el pais, lo que pasa es que los nabos de siempre usan cualquier cosa para decir Uruguay, el tema no son ellos, son los Gorzys que buscan crear "heroes nacionales".

Txus dijo...

Como vivimos en un mundo tan grande en donde suceden miles de cosas y, a su vez, en un país tan pequeño donde casi nunca pasa nada, es natural que casi cualquier suceso que altere esta quietud, sea notado, recordado y hasta sobreestimado...

No leí el libro de Parrado ni el de la tragedia de los Andes (Viven, creo, se llama, no?) y creo que no lo haría... al menos no ahora que tengo cosas más interesantes que leer, jop! :P

Igualmente me parece algo muy bueno que las vivencias de alguien sirvan para que otros reflexionen... básicamente eso es la comunicación y es algo inherente a los seres humanos (el mega ejemplo es internet y los celulares).

A mi me pasó algo parecido escuchando Sublime... hay una canción que en una parte dice

Life's too short
so love the one you got
cos you might get ran over
or you might get shot


Resulta que el cantante murió un par de meses antes de editar lo que sería el album más reconocido de la banda, una semana después de casarse con la madre de su hijo.

Eso y el suicidio de 3 conocidos de mi edad en el mismo año me hizo reflexionar mucho acerca de cosas como la vida, la depresión, los problemas, las nostalgias, las buenas épocas que en su momento no pude apreciar del todo por no estar del todo bien, etc, etc, etc...


saludos!

andres(con minusculas) dijo...

Ta, yo me entiendo igual.

Stephanie Biscomb dijo...

MeOnly: hay quienes aseguran que Nando Parrado es un héroe. Supongo que para los demás sobrevivientes, sí lo es. Pero, ¿para el país? Hmm...

t0M: el caso del Bradley Nowell lo conocía y fue algo que, en su momento, me impactó a su manera también. 'What I Got' nunca fue un tema que me tomé muy en serio (excepto la parte de 'living with Louie dog's the only way to stay sane'... go figure) pero entiendo lo que decís.

Usualmente, me paspa mucho cuando alguien te tira el típico comentario de 'la vida es corta, hay que vivirla al máximo'. Pero eso no quita que, en muchos casos, puede ser cierto.

Lo de los suicidios es joda, cada vez me entero de más conocidos y conocidos de conocidos que lo hacen o intentan hacer. Sin embargo, ¿cualquiera puede terminar suicidándose? Eso no lo sé.

andrés: no te noooojes.

Anónimo dijo...

que linda nena

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