Gran Padre

miércoles, octubre 11, 2006

El miércoles 4 de octubre pasado, Zona Urbana abrió una gran caja de Pandora y puso el debate en torno a la dictadura nuevamente en el tapete – o al menos eso se creyó. Lo que en un principio fue una entrevista a Pedro Bordaberry, hijo del ex dictador Juan María Bordaberry, terminó siendo una verdadera lucha verbal entre él y Rafael Michelini, hijo del asesinado Zelmar Michelini.


A pesar de que la producción de Zona Urbana ya le había avisado a Michelini la temática del programa, éste decidió aparecerse en Canal 10 luego de escuchar las conversaciones con Bordaberry que éste le había grabado en forma clandestina. Entre insultos y acusaciones en cámara, ambos se enfrentaron polarizando las posiciones de la dictadura hacia pasada la hora del fin del programa, defendiendo a sus respectivos padres.

Según Ibope, Zona Urbana contó con un rating de 14 puntos aquella noche, rating que subió a 20 durante el ‘debate’ – o inclusive, ‘debacle’. Muchos avisaron a sus más allegados sobre lo que sucedía frente a sus ojos, ya sea mediante teléfono como mensajes de texto: “Te juro que en cualquier momento se agarran a las piñas”; “No te podés perder esto, poné el 10”; “Se está armando pelea en Zona Urbana”. Muchos pusieron el 10 y miraron atónitos. Muchos más cambiaron de canal después de quince minutos.

Y es que no fue necesario verlo. Los días siguientes fueron un circo mediático que se esmeró en cuanto a sus intentos de revolver el asunto. Prensa, televisión y radio tomaron el hecho como un símbolo del maniqueísmo existente en torno a la dictadura, el Frente Amplio contra el Partido Colorado, tupamaros contra militares, ellos contra nosotros, nosotros contra ellos... el enfrentamiento fue descrito hasta el más ínfimo detalle por periodistas, políticos, profesores, compañeros de trabajo y guardas de ómnibus.

La información iba tomando forma de avalancha a medida que Michelini y Gonzalo Fernández (el otro protagonista de las grabaciones secretas de Bordaberry) se explicaban. ¿Qué iba a pasar ahora con el juicio de Bordaberry Sr.? ¿Reafirmaba esto que las emociones de la dictadura seguían vigentes en generaciones más jóvenes? Nadie sabía, pero que el ex ministro de Turismo le haya dicho a Michelini que él estaba lucrando con la muerte de su difunto padre fue mucho más interesante.

Desde los corredores de las universidades a los almuerzos en el trabajo, la discusión pegó en los ámbitos más íntimos de la población uruguaya, llegando a la familia como una metralleta de opiniones que se sumaban a la propia. "Yo no lo vi pero me contaron" tal vez también hayan sido las palabras más dichas en aquellos tres o cuatro revoltosos días, donde las versiones del hecho se entrecruzaban a pesar de que los acontecimientos fueran repetidos sin cesar por los medios. Fue más divertido comentarlos cara a cara que escuchar los amargos de Traverso o Aldo Silva con la 'verdad'.

Algunos encontraron de qué reírse: el primer articulo en Montevideo COMM fue titulado "En el nombre del padre", seguido por "Pedro y el lobo" y "En el nombre del secretario" (aludiendo a Gonzalo Fernández). Las explicaciones a lo sucedido también fueron muchas y variadas: que todo fue una cuestión de marketing político, que le ‘hicieron la cama’ a Michelini, que Bordaberry está intentando poner al Partido Colorado de vuelta en el mapa electoral, que el show mediático fue y es una vergüenza, que el show mediático fue y es el pilar del entretenimiento.

Lo cierto es que por primera vez se habló abiertamente del dinero robado por los tupamaros. Ambos protagonistas dijeron cosas presentes en el colectivo de la audiencia, sin importar la simpatía partidaria de estos mismos. Todo aquel que se encontró implicado salió a dar explicaciones, aportando al periodismo de declaraciones ampliamente practicado en el Uruguay.

La bola de nieve fue tomando velocidad al rodar hacia abajo por la ladera de la montaña, pero se encontró con un fin de semana veraniego que la derritió, frenándola en su rumbo. Es así que lo que ahora importa es que el 3 y 4 de noviembre fueron declarados feriados no-laborables. Es así que ahora importa la epidemia de paperas en el plantel de Nacional y es así que si se le pregunta a alguien, la pelea televisada entre Bordaberry y Michelini fue solamente un intento de desviar la atención pública de temas más tajantes, como lo es el tratado comercial con EEUU.

O, en términos más simples, no importa. En el reality show de las noticias uruguayas, los votos ya fueron contados y, a diferencia de Fernández con su conferencia de prensa tardía, tanto Michelini como Bordaberry están nominados. Mejor que hagan algo antes de que los expulsen.

1 comentario :

Alfred dijo...

Qué grande DIVA!!!

fe de erratas: "conferencia de presna tardía" cambiar presna por prensa, no?

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