Mentira, patrañas, boludeces idílicas. Ir a trabajar es una actividad sumamente compleja que incluye todo tipo de convenciones sociales que van más allá del desempeño de uno y están decoradas con todo tipo de melodrama digno de la última telenovela de la Oreiro.
Desde tener que ignorar todo residuo de alcohol resaquense que te circula por las venas y decir ‘buen día’ cuando entrás, a bancarte que te miren las tetas porque la musculosa que llevás puesta vislumbra algo que, si lo mirás con un ojo medio entreabierto mientras doblas el cuello 7 grados anti-horario y pensás en la Playboy que viste anoche, puede llegar a ser un semi-escote, trabajar está lleno de pequeñas alegrías cotidianas, divertidos personajes y power rangers.
Es por esto que Catatonias, siempre preocupado por el bienestar y la salud mental de quienes leen, inaugura un espacio de estudio estrictamente sociológico basado en una muestra poblacional completamente objetiva de una mediana empresa tipo uruguaya. En otras palabras, hay tantas idas y vueltas en mi laburo que la verdad que merecen su propio espacio quasi-noticioso.
Mantengan los ojos abiertos, se viene Sex and the Tortellini.
(Envidien mis talentos con PAINT)
3 comentarios :
A ver si en tu blog, por lo menos, sos capaz de usar fake names, o de no ser tan evidente.
No te preocupes Alfred, no acostumbro a tomar antes de escribir los posts :P
Como siempre, digno de la Facultad de Cuentos! - solo las jermus entendendemos la tortura de las musculosas, los semáforos, y todo lo q ésto conlleva en el ámbito laboral. Bs's
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