Halloween se fue incorporando de a poquito en la sociedad uruguaya. Las fiestas de disfraces ya existían y limitarlas a una fecha en el año fue una cosa que nos costó aceptar. Sin embargo, a los niños le gustó rápido eso de poder conseguir caramelos sólo con ponerse un pedorro parche en el ojo o una sábana sobre el cuerpo con dos agujeros.
Y digamos que los adultos tampoco se quedaron atrás; en las palabras de la grandiosa Cady Heron de Mean Girls, "Halloween es la única noche en el año en la cual las mujeres pueden disfrazarse como reverendas putas y ninguna otra chica puede decir nada al respecto". Los hombres, felices.
[Ya que estamos en el tema, Mean Girls es una de las mejores películas cómicas de todos los tiempos, sin importar que Lindsay Lohan sea la protagonista. Todo lo que las chicas se hacen entre ellas es completamente real, y quien me lo discuta ni es mujer ni fue al liceo. Y si necesitan evidencia sobre lo sublime de su humor, miren los primeros minutos de la película donde un puñado de niños rurales americanos declara: "y en el tercer día, Dios creó al rifle Remington para que el hombre pudiera luchar contra los dinosaurios. Y contra los homosexuales. Amén"].
Este año, el Barrio Sur ya anunció que piensa festejar un Halloween a la criolla donde la típica travesura con la cual se amenaza a la pobre ama de casa que no entregue por lo menos un candel, será sustituido por batucadas en la puerta del hogar. El resto, menos creativo, seguramente tendrá alguna fiesta el fin de semana anterior (o, por qué no, el posterior, si hay algo que sabemos hacer en Uruguay es estirar los festejos) a la cual tendrá que acudir disfrazado.
Si no hay disfraz, que no cunda el pánico. A continuación, Catatonias sugiere algunos disfraces compaginados con simples objetos que se encuentran dentro de la casa de toda dama y todo caballero, rápidamente armables y que seguramente le ganarán un montón de palitos locos:
Para aquellos hombres que tengan un poquito más de tiempo, aquí va un Michael Jackson Express. Consíganse una buena cantidad de bolsas de basura súper grandes y péguenselas a los pantalones lo más apretadamente que puedan. Acto seguido, revuelvan el ropero de alguna mujer habitante del hogar en busca de la remera / musculosa / blusa más ridícula que encuentren. Utilicen talco o bicarbonato de sodio (o xanapie) para aclararse el rostro y una media blanca o pañuelo como tapa boca. El cabello debe ser utilizado con el máximo de gel posible y los zapatos que sean negros. Finalmente, consigan una muñeca (o ármense una con bolsas de supermercado y la ropa del año pasado que ya no les entra) y ajústensela a la zona de la entrepierna.
Si no se tiene tiempo, aquí va una variación. Consigan una sábana o cortina negra que les cubra todo el cuerpo. Corten un cuadradito de cartulina blanca (u otro material flexible) y péguenselo a la altura del cuello tal cual alzacuellos. Armen una cruz con algo y ajústense el muñeco a la entrepierna. Voilá... cura católico.
Para las mujeres, lo único que necesitarán es cinta patito y, si se dispone, algodón y un drypen naranja. Ármense una peluca con el algodón. Píntenlo de naranja. Después, péguense la cinta patito al cuerpo siguiendo el siguiente patrón:
Si alguien pregunta, díganle que son Leelo del Quinto Elemento, o, si quieren ser más fashion, digan que son una super modelo de Pret a Porter (esa ropa de pasarela que es prácticamente lo mismo que estar en bolas y quienes terminan comprándola son las mujeres con mucha guita... y muchos años encima). O el sueño de Claudia Fernández, como quieran.
Finalmente, pueden siempre ir disfrazados de ladrón de celular. Gorra roja, camisa a rayas rojas y blancas verticales, pantalón negro, etiqueta al pecho con el nombre y un cuadrito con su foto que los declare ‘empleado del mes’. Si pueden, también usen un Sony Ericsson k750i rojo con el ringtone de ‘Ronald es mágico’.
No hay comentarios. :
Publicar un comentario